jueves, 29 de marzo de 2018

Opinión: Mis reglas para comprar rol bueno, bonito y sobre todo barato

Siempre ha existido un juego que ansias conseguir. Tal vez lo tuviste o lo jugaste en el pasado. Cuantas veces he escuchado "no se por qué no lo pillé en su día","ojalá tuviese la caja roja de Dalmau..." o "no debí tirar mi Heroquest...". A veces cometemos errores (menos lo de Heroquest que es HEREJÏA tirar algo del hobby por lo que mereces ser destruido...). Yo mismo pasé de una pila gigante de In Nomine Satanis y Piratas que había de saldo en una tienda a 300 o 500 pesetas, y todavía me doy de cabezazos. Por suerte ya no hay que tirar de amigos que se van al extranjero o de gastar una fortuna con catalogos como en los 80/90. Ahora con internet es todo más fácil, aunque todavía podéis encontrar encontrar material viejo en tiendas. Después de treinta años de rolero puedo decir que la colección de Morgan Blachand y la mía tienen un tamaño considerable. De hecho en la última mudanza más de la mitad de cajas estaban destinadas a juegos de rol. Pero una cosa está clara, para tener hay que saber administrarse y no malgastar. A no ser que os sobre el dinero, que entonces os importará un pimiento si gastáis un euro o diez mil. 


Como es fin de mes, cuando más nos tienta nuestro yo interior, me ha parecido interesante hacer esta entrada. Hace bastante tiempo que aplico una serie de normas a la hora de comprar. Seguramente muchos tenéis normas parecidas. 

1- Controla tu capital. La más importante de todas las reglas. No eres el Tio Gilito. Seguramente en mayor o menor medida tenéis gastos (hipotecas, prestamos, coches, hijos, estudios...). Eso siempre va delante de todo. No es excusa que salga la edición limitada Herejía de Hobbyjammer de 800 páginas por 500 euros. Piensalo bien.

2- Destina sólo una parte al gasto rolero. O en su defecto, ahorra. Cuantas veces os habéis encontrado con un mecenazgo superchulo y sin un real para gastar. Ni siquiera para la edición digital. Y claro, ese mecenazgo tiene tantísimas cosas que sólo saldrán ahí. Si hubieses sido previsor y tuvieses algo guardado eso no pasaría.

3- Márcate un límite. Gastar un poco de vez en cuando está bien, pero con los tiempos que corren, si sólo te compras un suplemento de 12 euros no va a hundirse el mundo.

4- Aprovecha la segunda mano. Ya sea de mercadillo, en tiendas o en internet, la segunda mano ha funcionado de maravilla siempre. Da igual que el juego esté usado, tenga manchas, o incluso esté mal encolado por un defecto. A veces es mejor pagar cinco o diez euros que setenta. Creo que la mitad de mi colección está comprada así. Mi edición de Hero 5a Revisada y uno de mis copias de Mekton II me costaron cinco euros. La mayoría de material de tercera edición que tengo de Dungeons & Dragons no pasa de los diez euros gastados. Tengo un par de libros de AD&D de clases que huelen a tabaco negro del más chungo de la antigua Alemania del Este. No busques la perfección en la segunda mano, aunque a veces encuentras productos inmaculados a precios de risa.

Entre estos cuatro libros no hay ni treinta euros gastados.
5- Ten paciencia. Da igual que mires cada día o sólo una vez al mes los sitios de venta, o te pases de vez en cuando por tu tienda habitual. Siempre habrá material. Vale que es improbable ver una edición nueva precintada de la caja de Ravenloft (la última vez que la vi costaba 150 euros y desapareció en dos días...). Pero no tienes por qué gastar ya. A veces merece la pena esperar. El mercado fluctua, los precios suben, bajan, vuelven a subir y vuelven a bajar. Ten un poco de cabeza y nervios.

6- Si usas internet fijate donde y a quien compras. Busca reseñas de los compradores si es una página, o los votos si es Ebay o sitios de compra tipo Wallapop. A veces es posible hacer ofertas. Ten cuidado sobre todo con las subastas, yo suelo pasar de ellas por regla general, te sorprendería la cantidad de "pujadores profesionales" que hay sólo para inflar los precios. Si no lo ves claro pregunta al vendedor. Los buenos vendedores siempre contestan e incluso te envían fotos del producto por si quieres más detalles. Tambien vigila no sólo los gastos de envío si no donde compras. Hace unos años subieron los aranceles de exportación en EEUU, lo que implica que muchas veces te cargan un extra además del envío. Por eso a veces es mejor mirar si puedes encontrar lo que buscas en el viejo continente.

7 - Revisa todo y aprovecha las ofertas. Antes de comprar ese juego de 50 euros tal vez te interese comprar dos o tres suplementos que suman lo mismo. Piensa en lo que más utilizarás, o si llevas mucho tiempo buscando uno u otro. Es probable que no puedas comprar todo, pero si eres previsor como indica la regla 2, puedes aprovechar una superoferta y hacer un gasto elevado de vez en cuando. Yo me compré la mayoría del material de Mutant Year Zero en una superoferta del 50% durante la GenCon de hace un par de años.

8- No menosprecies el formato digital. Está muy bien tener estanterías llenas de juegos, pero a veces no podemos comprar todo en formato físico, especialmente cuando vivimos tiempos monetarios muy delicados. Por suerte muchas editoriales tienen pdfs asequibles, sobre todo cuando lanzan juegos. Tambien hay recopilatorios de productos y ofertas de impresión bajo demanda en sitios tipo DriveThruRPG y Lulu.


Bueno, hasta aquí mi pequeña diatriba inspirada por un constipado que ya dura demasiado. Vigilad las carteras, sobre todo a fin de mes. Usad la cabeza y veréis cómo aumenta vuestra colección rolera. ¡Felices compras! 

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. La mayoría sigue reglas parecidas, más que nada porque no nos sobra el dinero para nuestras aficiones. Me pareció curioso analizar y poner las mías.

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  2. Y lo mas importante. No compres solo porque esta barato. Yo tengo juegos a los que no solo no he jugado sino que ni tan siquiera me he leido enteros :)

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    1. Estoy de acuerdo. Y aunque está bien priorizar entre lo que vas a jugar y no, yo también he comprado cosas que se que no iba a arbitrar, pero quería para mi colección. Además, nunca se sabe cuando te puede dar el gusanillo de leerlo o arbitrarlo.

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